Nuestro Pimer Servicio del Año

El sábado pasado, 16 de enero, reanudamos nuestras actividades de servicio comunitario, comenzamos en el primer lugar que nos recibió para hacer nuestro servicio recién empezamos con el grupo, y en el cual hemos aprendido muchas cosas y vivido experiencias realmente inolvidables.

Este lugar es el Asilo del Sagrado Corazón de Jesús, ubicado a dos cuadras de la Clínica 25 del Seguro Social. Nuestra labor básica aquí es jugar con las señoras y los señores lotería, pues les encanta jugar, ganar y sobre todo recibir su premio; sin embargo, no pueden jugar muy seguido debido a que muchos de ellos no ven bien las cartas, no escuchan o no pueden mover las fichas ellos solos, por lo que necesitan de alguien que los esté ayudando, además de que las enfermeras que las atienden, no tienen tiempo para estar poniéndoles esta actividad de entretenimiento porque es mucho el trabajo que tienen que realizar para tener bien atendidos a las señoras y los señores. Mientras jugamos lotería, platicamos con ellos, muchas veces nos cuentan de sus experiencias en la vida, nos dan consejos y nos motivan a seguir adelante con sus sabias palabras. Algunas veces nos cuentan de sus familias, algunas otras de sus estudios, de sus trabajos y sobretodo de sus errores, para que nosotros aprendamos de ellos y no nos suceda lo mismo que a ellos.

El sábado pasado llegamos a las tres de la tarde y comenzamos a preparar las cartas, las tablas, las fichas y lo más importante de todo, invitamos a todos los presentes a participar en la lotería, la cual la llevamos a cabo en el comedor grande. Fueron alrededor de 30 personas las que fueron a jugar y comenzamos, algunos iban con mucha suerte y ganaron muchos premios desde el principio, otros no con tanta y ya casi era el final y seguían sin ganar, pero aún así nadie se fue sin premio. En mi opinión, las lecciones más importantes que nos llevamos cada vez que vamos al asilo son dos:

• Al ver a las personas ahí adentro, nos damos cuenta que finalmente las cosas materiales no importan, pues cuando lleguemos a su edad lo que más nos va a dar felicidad no es qué ni cuánto tengamos, sino las gratas experiencias y buenos momentos al lado de personas que queremos.

• Nos sensibilizamos de las personas mayores y las comprendemos mejor, pero sobretodo entendemos que a pesar de que ahorita somos jóvenes y tenemos un mar de energía, algún día llegaremos a su edad y ya no tendremos tanta, sin embargo, lo que nos ayudará a vivir mejor, será la forma en que vemos las cosas y la actitud que tengamos ante cualquier situación. Si tu actitud es buena, no importa lo que pase siempre te irá bien; si tu actitud es mala, aún en las mejores circunstancias tendrás un PERO para todo, en pocas palabras, UN PROBLEMA PARA CADA SITUACIÓN.

Claro, no son solo estas las lecciones que aprendemos, son muchísimas más que realmente solo se puede apreciar cuando se vive, pues para cada uno de nosotros, significa algo diferente, cada uno vive, siente y percibe la experiencia a su propio modo.

Aprende de ellos y tú también vive con entusiasmo sin importar las cosas que esten sucediendo, disfruta cada momento, pues es único y nunca más volverá a repetirse.

Con cariño,
Lily